viernes, 3 de septiembre de 2010

XXII - Del diario de Kalervo (o "Estudio sobre el paladín- II")

Querido Diario:

No he podido escribir en un par de días. Las cosas han sido un poco complicadas últimamente, y ahora me siento algo confuso... y cansado, eso también. No duermo bien por las noches. Hoy me he rendido, no voy a intentarlo más, y voy a contar lo que ha sucedido; de una vez por todas lo sacaré de mí.

Todo empezó cuando hallé aquel pedazo de manuscrito en Dalaran, el que hablaba sobre la Luna Azul y sus influencias en la naturaleza de la magia durante su fase. No estaba buscando nada. Me topé con él por casualidad, y en seguida lo relacioné con los hechizos de Arugal durante la Luna Roja. Si la Luna Roja influye en hechizos determinados, y eso creo que hacían allí, la Luna Azul sería lógico pensar que aporta sus beneficios a otros... y debe haber más. Estoy seguro de que al menos hay cuatro fases lunares.

Quiero encontrar los otros fragmentos del pergamino... pero no podía hacerlo solo. Al parecer, algunos están en manos de sátiros, y otros han cambiado de propietario con frecuencia. Los posibles dueños son criaturas peligrosas, como demonios, magos locos o nobles venidos a menos que ya no saben lo que es una rutina de hidratación facial. A los primeros no me atrevo a enfrentarme solo, y a los últimos... bien, no tengo paciencia para tratar con su conversación insípida. Necesitaba aliados. Por eso falsifiqué ese documento y le puse el sello del Kirin Tor. Pienso devolver el sello, desde luego, pero... bueno, he engañado a una traductora y a una aprendiz de piromante para que me acompañen.

Eso no me importa. No es la primera vez que engaño a alguien, y no será la última pero... sí, lo has adivinado. Se trata de Lazhar.

No sé como explicarlo... le escribí aquella carta, le cité en el Puesto del Hachazo, como a los demás y le dije que se trataba de un asunto del Kirin Tor... pero cuando me planté delante suya, fui incapaz. No pude. ¡No pude mentirle! Fue tan extraño...

Estaba allí de pie, mirándome, sus ojos grises clavados en mí, gentiles y dispuestos a escuchar cualquier cosa. Me estaba escuchando de verdad, y de repente, se me atragantaron las palabras. Me sentí muy sucio, muy mal, como si estuviera a punto de golpearle o de clavarle una astilla en la nuca mientras duerme. Nunca me había pasado algo así... aunque muchas de las cosas que siento con Lazhar no me habían pasado antes. Así que no pude hacerlo, y le conté toda la verdad. Vi la decepción en su semblante cuando le dije que había sido poco sincero con Temari y Alina. También resopló cuando le enseñé el sello robado de Dalaran, aunque le expliqué que iba a ponerlo en su sitio al regresar. Pero estaba... triste.

"¿Por qué mientes?", me preguntó con gestos. Aunque no hable, su voz siempre suena en mis oídos cuando signa. "No necesitas mentir", dijo.

Su mirada decía mucho más. "Si me mientes, me siento triste y decepcionado, porque sólo quiero ayudarte. No me lo pagues así. Confía en mí." Es lo que leí en sus ojos. Puede que lea mal... no lo sé.


¿Y qué pasa con todo esto? Pues pasa que, sin saber cómo ni por qué, terminé diciéndoles la verdad a Alina y Temari, y ellas me perdonaron y decidieron ayudarme sin más. Y ahora estoy aquí, escribiéndote y con un nudo muy extraño en el corazón. Me equivoqué. Tal vez sólo necesitaba pedir ayuda, sin más. A pesar de todo, aquí están, durmiendo. Menos Lazhar. Él está de guardia en la puerta.


Le veo desde aquí, con su pelo rojo... enredado... me dan ganas de levantarme a peinarle, ¿cómo puede llevarlo así? Se le va a estropear. Y la armadura de malla que no se quita nunca, por Belore, debe tenerla ya pegada al cuerpo. Y la corcesca al lado. Le quema las manos esa arma.

Preguntas:

a) ¿Por qué no puedo mentirle a Lazhar?


b) ¿Por qué me he sentido tan mal conmigo mismo?


c) ¿Por qué me da tanto ASCO la mera idea de decepcionarle otra vez? ¿Y por qué tengo ganas de hacerlo únicamente para que vuelva a preocuparse por mí?


d) ¿Por qué estoy mirándole y de repente me parece que todo vaya a salir bien, y realmente pueda curarme de la enfermedad, volver a dormir tranquilo y sin pesadillas?


e) ¿Por qué su influencia es tan grande sobre mi como para...

1.- Admitir que cometí un error
2.- Pedir perdón a las chicas
3.- Querer acercarme un poco a ellas y verles a todos sonreír




Me pregunto si lo que me encoge el corazón es la respuesta a todas esas cuestiones. Lo cual me lleva a otra, peor y que me da más miedo. ¿Tanto me gusta Lazhar? Quizá no. A lo mejor solo es que es paladín y las cosas son así.

Voy a dejarlo ya. No me atrevo a escribir mucho más, y me siento raro. Como si en lugar de corazón tuviera un pastel relleno de chocolate caliente y estuviera rezumando, derritiéndose como una lágrima cálida por mi pecho y mi barriga.

Intentaré dormir esta vez. Mañana volveré a contarte más cosas.

2 comentarios:

  1. ¡Es que me lo como!. Te acuerdas super bien de todo :D. Lazhar le miraba mucho así en aquella época XD

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  2. *-* Por favor... Es demasiado bueno como para ser cierto... ¡Gracias!
    (Ey... ¿¿se monta el club de fans de Kalervo ya o hay que formalizarlo?? ;D )

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