viernes, 3 de septiembre de 2010

XX - Dalaran

- Vamos, Kal. Vas a hacerlo muy bien.

Kalervo Alher Fel'anath se miraba en el espejo, peinándose una y otra vez y estirándose bien el tabardo sobre el pecho. El reflejo del cristal mostraba un ojo dorado de mirada fija, sobre fondo violeta.

Dalaran. Estaba en Dalaran.

No, no tenía tiempo de dejarse subyugar por la maravillosa ciudad a la que había llegado sólo cruzando un portal, no tenía tiempo de abrir la boca y contemplar las altas torres y los pináculos de reluciente cristal, la maravillosa arquitectura ni las flores en las calles. Estaba en la Academia de Artes Arcanas, encerrado en uno de los baños y mirándose con atención antes de entrar a su entrevista.

Veldemir le había matriculado. Le había abierto un portal, le dio un tabardo y le mostró las instalaciones con rapidez, mientras él asentía sin prestar mucha atención. Estaba demasiado impresionado, y sabía que más tarde, recordaría cada puerta y cada escalera. Pero era toda esa magia, que flotaba por todas partes, que hacía volar la ciudad y mantenerse suspendidos los cristales púrpura y azul, eran todos aquellos hechiceros que caminaban aquí y allá, las enormes tiendas y la sensación de estar en un sueño que no le abandonaba lo que le había impedido escuchar a Veldemir. Ahora tendría que quitárselo de la cabeza por un momento.

Tomó aire profundamente, irguiéndose. No parecía un gran mago, pero no tardaría en hacerlo. Cerró los ojos por unos segundos, encomendándose a cualquier cosa y se arregló las mangas de la túnica, colocó bien la varita en el cinto y las campanadas sonaron.

- Es la hora. ¡Vamos, Kal!

Salió del baño con paso firme. Las lámparas iluminaban los amplios pasillos de la academia, las puertas labradas de color miel y las baldosas relucientes de mosaico. Desde el exterior, la enorme arcada que daba acceso a la Ciudadela Violeta, llegaba el bullicio de la ciudad más grande y transitada de Azeroth en aquellos días: el galope de los caballos, las voces, la música de las tabernas, los chasquidos de los hechizos aquí y allá. Intentó no mirar, pero miró, miró al pasar ante la gran entrada.

Las fachadas blancas con cristaleras coloridas, los tejados color violeta, la fuente y las esculturas, las anchas calles empedradas, los faroles de turquesa azul y los cortinajes de seda. Jamás en toda su vida había imaginado una ciudad más hermosa. Las atalayas se levantaban como agujas de marfil, estilizadas y livianas, coronadas por dorados capullos semejantes a los de una flor sin abrir, como dedos que se elevaban hacia el firmamento purpúreo, cuajado de estrellas tempranas. "La prueba". Se obligó a apartar los ojos y dio un saltito, caminando apresuradamente hasta el pasillo lateral.

La enorme puerta tenía una placa. La leyó. Tomó aire y llamó con los nudillos.

- Adelante - dijo una voz en lengua común.

El muchacho empujó la puerta y entró en el despacho, carraspeando. No esperó a que el humano de la toga morada y enormes hombreras decoradas le diera permiso para sentarse, no esperó a que le dirigiera la palabra. Nervioso, se sentó en la silla, apoyó las dos manos en la mesa y le miró directamente.

- Me llamo Kalervo Alher Fel'anath, soy pupilo de Veldemir Estrellasolar y él me ha matriculado aquí. Quiero estudiar y aprender magia. Quiero ser arcanista.

-...

- Diga algo.

El humano rebuscó en un cajón, le tendió una ficha, pluma y tintero y empezó a hacerle preguntas mientras él rellenaba el cuestionario.

- ¿Qué preparación previa has tenido?
- Academia Falthrien, durante doce veranos. Últimamente, en Lunargenta. Conozco varios hechizos.

"Nombre, dirección, raza, edad, absurdo". No quería entretenerse en aquello.

- ¿Tienes ataduras familiares, políticas o religiosas?
- No
- ¿Tienes problemas de salud?
- No - mintió.

"Formación, experiencia en batalla, conocimientos arcanos, responda si o no a las siguientes afirmaciones, bah". No quería entretenerse en aquello. La pluma volaba sobre el pergamino, extendiendo su caligrafía delicada debajo de cada pregunta.

- ¿Por qué quieres ser arcanista? ¿Buscas prestigio, poder o conocimiento?

Esa pregunta era más complicada. Terminó de completar el cuestionario antes de meter la pluma en el tintero y robarle un papel secante a aquel tipo, fuera quien fuese. Lo colocó sobre la página y presionó con los dedos suavemente. Después se la entregó.

- Me busco a mí. Sé que sólo me encontraré de este modo. Es mi camino.

El humano entrecerró los ojos y recogió el pergamino, dejándolo a un lado. Le miró largamente, sin decir nada. Kalervo ya había hecho pis, pero sentía que iba a tener que volver a hacerlo si no respondía de una vez ese tipo serio, que ahora estaba leyendo la hoja escrita.

- ¿Sabes? Esto que te he dado era un exámen de aptitudes teóricas. Tenías que llevártelo para traérmelo cuando lo hubieras completado.
- Ah... perdón.

El humano rió entre dientes.

- No esperaba que lo hicieras aquí, ahora, tan rápido y mientras respondías a mis preguntas. Irás a clases de segundo grado. Los horarios están en el tablón de información para estudiantes.

Kalervo no pudo reprimir la sonrisa, y casi dio un salto de la silla al incorporarse para estrecharle la mano con efusividad.

- ¡Gracias, gracias, muchas gracias señor... señor!
- Rhonin - respondió el humano, sonriendo.

Kalervo se quedó inmóvil, con la boca abierta y los ojos fuera de las órbitas. Tras unos segundos apartó la mano, azorado, carraspeó e hizo una reverencia.

- A..ah...milord...gran señor...no... perdón, perdón.
- No te disculpes - dijo el Grande, con expresión divertida - había entrado a recoger un grimorio, no sabía que tenían una entrevista hoy aquí.
- Es...es todo un honor, Gran Señor...ah...ahora...no quiero ser descortés, pero... si me disculpáis, tengo que ir urgentemente al excusado, y después encontrar un lugar mullido donde desmayarme de la impresión.
- Claro.

Kalervo salió del despacho, completamente anonadado. Le dio tiempo a hacer su pipí y, contra todo pronóstico, no llegó a desmayarse. Quizá no encontró el lugar adecuado.

2 comentarios:

  1. "Si me disculpáis, tengo que ir urgentemente al excusado, y después encontrar un lugar mullido donde desmayarme de la impresión" xDDD

    Qué grande es Kalervo.

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  2. ^^ Tan grande como delicioso... y lleno de misterio y de peligro...
    /love

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